Carlos Arroyo es un cantante y exjugador de baloncesto puertorriqueño. Nació el 30 de julio de 1979 en Fajardo, Puerto Rico. Jugó nueve temporadas en la NBA, una (liga estadounidense de baloncesto profesional).
En su niñez, Carlos Arroyo se destacó en el canto, aunque no lo tomó en serio hasta 2009.
Entre 1998 y 2001, mientras cursaba estudios superiores, jugó baloncesto con el equipo de Florida International University, en Miami, Estados Unidos. Se convirtió en el mejor anotador de la historia de ese conjunto deportivo.
Al poco tiempo fue contratado por la NBA para los Toronto Raptors, un equipo profesional de baloncesto con sede en Toronto, Canadá.
En 2009, Carlos Arroyo comenzó en la escena musical de su país. Debutó con los temas
"Amor secreto" y
"Se va conmigo", este último con
Yomo.
Luego del segundo tema, afirmó que veía su carrera musical como un pasatiempo. Su prioridad era el baloncesto, en el que estuvo activo hasta 2020.
Carlos Arroyo interpreta reguetón y música urbana.
Carlos Arroyo lanzó algunos temas de manera esporádica, desde 2009. Destacan
"Tu fuego", de 2010;
"Bailemos en la luna", de 2011;
"Estoy Ready", de 2012; y
"Atrévete", de 2017. Luego de este último sencillo, estuvo alejado de la escena musical durante tres años.
En 2020, Carlos Arroyo volvió a la música con
"Baila Reggaeton", una canción junto a
Wisin y Yandel. Además lanzó otras dos
"Aruba" y
"Héroe", con
Farruko.
En 2021, Carlos Arroyo estrenó el sencillo
"Morena", con el exponente de música urbana
Nicky Jam. También lanzó el tema
"La desean", junto a los reguetoneros
Brray y
Jowell y Randy.
Ese mismo año, colaboró con el cantante puertorriqueño
Luis Fonsi en la canción
"La puerta".
Su tema más reciente, hasta el momento de cerrar esta reseña, es
"Una como tú", que suma más de un millón y medio de reproducciones en YouTube.
Carlos Arroyo publicó una foto familiar en Instagram junto a su esposa y sus tres hijos, con parte de la celebración de su cumpleaños cuarenta y uno.
Es conocida la frase de que la música sirve para mover el cuerpo… o el espíritu. En Carlos Arroyo ese aserto calzó perfectamente, porque ha demostrado que el deporte, en el que se ha movido con pasión por décadas, no está reñido con la música que escogió interpretar hace más de diez años.
Una música movida y bailable que armoniza con su personalidad, llegando a impactar, con unos pocos temas, a muchos aficionados al reguetón. Sus interpretaciones, al lado de otros exponentes urbanos, le han dado excelentes resultados, contando millones de reproducciones en varias plataformas digitales de música. Le llegó la edad del retiro del deporte profesional, pero en la música tiene un horizonte muy amplio. En esta “otra cancha” seguramente anotará también muchos tantos.