⚧ Biografía completo de Jhonny Rivera
Jhonny Rivera (José Óscar Rivera) es un cantante Colombiano conocido como el Rey del Despecho. El es Hijo de María Mabel Valencia y José Óscar Rivera, padres consentidores de tres hijos más y seguidores incondicionales del artista.
La mayor parte de su vida transcurrió en la vereda Pérez, jurisdicción del corregimiento de Arabia de Pereira. Allí mientras recolectaba café componía coplas, trovas y poesías. "Siempre fue el alma de las fiestas y acostumbraba a animar las reuniones familiares", cuenta su madre, María Mabel.
A los 17 años dejó la vereda y viajó a la capital en busca de oportunidades, "necesitaba salir adelante, buscar otras cosas que me permitieran crecer como persona", comenta el cantante.
En Pereira estudió ingeniería civil hasta quinto semestre y simultáneamente trabajaba como mensajero para una compañía de ingenieros. Por varios tropezones que tuvo en el camino dejó la carrera a mitad de camino, cosa que lo entristece un poco, pues le hubiese gustado terminar.
Antes de convertirse en cantante, Rivera era carpintero, le gustaba trabajar y moldear la madera, pues de ella salían hermosas creaciones que hacían más cómoda la vida de sus clientes.
Por esa época tuvo una decepción amorosa, que lo hundió en la depresión y en la soledad meditabunda de un hombre al que le han quitado todo. Estaba muerto con vida, vivía por vivir, dormía por dormir, comía por comer y lloraba, lloraba simplemente porque su corazón no hallaba sosiego ni felicidad.
Un comienzo con dolor
En esa etapa vivió sumergido mucho tiempo, no recuerda cuánto con exactitud, pero sabe que fue intenso, tan intenso que sus composiciones le permitieron saltar al mundo del espectáculo.
Un día su terapeuta le dijo que sacara todo ese dolor y lo expresara en algo que le gustara y él le dijo que le gustaba componer; y así fue, Jhonny Rivera empezó a componer sus primeras canciones; conformó su agrupación con los porteños, 14 integrantes que lo acompañan musicalmente. Así nació su primer sencillo 'El dolor de una partida' en el 2004, el cual fue todo un éxito.
El pereirano ha visitado países como Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y otros en Europa, y ha conquistado los corazones de nacionales e internacionales, pues lo catalogaron como el 'Nuevo ídolo de la canción popular'.
En el 2006, Estados Unidos le otorgó el premio de 'Verdadero orgullo hispano', es el número uno de la música popular en España y le arrebató a Darío Gómez el título del 'Rey del despecho'.
De una voz que llega al alma, 'Ya no dudes de mí', 'Soy soltero' y 'El intenso', sus cuatro producciones musicales, "el sencillo que ha tenido mayor acogida por parte del público ha sido 'Soy soltero'", cuenta Rivera.
Rivera es un hombre tranquilo, prefiere los planes familiares en los que pueda descansar y alejarse de la rutina diaria; dice que sus canciones "no son más que pequeños sucesos de la vida de cualquier persona y los convierte en música".
Lo inspiran las mujeres y las situaciones jocosas, divertidas, tiernas y tristes que le permiten desarrollar temáticas interesantes. Rivera no ha pensado en irse del país como lo han hecho otros artistas colombianos y ni siquiera de Pereira.
"En Colombia hay muchas cosas por hacer, por mejorar, por disfrutar y por vivir, hay que construir aquí, yo soy de aquí y aquí me quedo, no me interesa otro lugar, además en mis giras puedo pasear y conocer", pero siempre después de cada viaje desea regresar a su hogar, a la cuna que lo vio crecer.
Como otros famosos, Jhonny Rivera también ha tenido que suprimir de su vida cosas sencillas que acostumbraba a hacer, sentarse en un parque ya no es igual a como lo era hace algunos años, "la vida me cambió sustancialmente pero estoy agradecido por ello", cuenta con algo de nostalgia.
El hombre soltero, el intenso, el que sintió el dolor de una partida, que le canta a su madre en cada oportunidad, el de ojos café claros, tez blanca y cabello castaño, el que amado por muchos y no tanto por otros, el nuevo rey del despecho, Jhonny Rivera con sus ansias y sus nervios se persigna siempre antes de subir al escenario, se encomienda a Dios y le pide que le permita deleitar a su público y brillar como una estrella más en el firmamento.