La Sonora Santanera es una de las agrupaciones musicales más importantes e influyentes de México. Fue fundada en la capital mexicana, bajo el liderazgo del músico y arreglista Carlos Colorado Vera. El nombre de los primeros años fue Tropical Santanera.
Desde su creación en 1955 hasta la muerte del director fundador, tres décadas después, transitó una primera etapa. En ese período creció musicalmente hasta consolidarse en la escena de la música tropical, por su exitoso trabajo.
La agrupación ha recorrido casi cuarenta años desde la lamentable desaparición de su primer director. Ha sido una segunda etapa bien azarosa. Sin embargo, siempre ha buscado mantener su estilo característico dentro de la música tropical.
Desde los primeros años y durante toda su trayectoria musical, ha experimentado diferentes cambios en su alineación. Nunca tan significativos como los generados a partir de la muerte del director. La segunda etapa se inició con varias divisiones internas, que dieron como resultado al menos dos agrupaciones musicales. Por un lado se conformó La Única e Internacional Sonora Santanera, a cargo de dos integrantes fundadores. Por otra parte surgió La Sonora Santanera de Carlos Colorado, dirigida por los herederos del director fundador.
Entre sus grandes éxitos se encuentran temas, originales o versiones, como los siguientes.
“Me quedé sin ti”, “El mudo”, “Amor de cabaré”, “Estoy pensando en ti”, “Fruto robado” y
“La boa”. Esta última, es una de sus canciones llamadas clásicas. Ha sido muy solicitada durante toda la trayectoria musical de la agrupación, hasta el día de hoy. Varias otras piezas musicales también han sido representativas del grupo. Entre ellas,
“Luces de Nueva York”, “Mi adiós”, “Mi razón”, “Perfume de gardenias”, “El orangután” y “Los luchadores”.
Cuando cumplió medio siglo de existencia, La Sonora Santanera celebró al aire libre en el Zócalo de Ciudad de México. En esa plaza pública, la más importante de su país, tuvo como madrina de festejos a su compatriota
Eugenia León. Diez años más tarde, como parte de una nueva gran celebración, editaron un recopilatorio muy especial. Salió con el título de
“La Sonora Santanera en su 60 aniversario”.
La Sonora Santanera comenzó bajo el liderazgo de Carlos Colorado Vera. Inicialmente llevó el nombre de Tropical Santanera. Los futuros integrantes de la agrupación se habían conocido en el ambiente musical de la capital mexicana. Motivados e inspirados por el auge repentino de la música tropical, decidieron unirse para crear un conjunto musical.
A mediados de los cincuenta, fundaron en Ciudad de México La Tropical Santanera. Ese nombre fue derivado de Barra de Santana, en Tabasco, lugar de nacimiento del líder del grupo. En el conjunto inicial estuvieron, además del director, Andrés Terrones, Silvestre Mercado, Juan Bustos, Sergio Celada y Armando Espinoza.
Comenzaron en eventos y fiestas particulares. Fueron presentaciones con las que paulatinamente se dieron a conocer, además de foguearse en la escena musical. En México, el trabajo constante de la agrupación fue dándole un nombre en el ambiente de la música tropical. Con el tiempo, lograron ofrecer shows en lugares más grandes o mejores.
En 1959, el grupo se presentó por primera vez en televisión. Fue en un popular concurso de talento musical, llamado
Arte y Destrezas. Luego de varias intervenciones, obtuvieron el quinto lugar. Fue un resultado decepcionante para la mayoría de los integrantes. Provocó la salida de Ernesto Domínguez, quien había entrado tiempo después de la fundación de la agrupación.
El conjunto logró sobreponerse al desánimo. Regresó a los escenarios y pudo conseguir varias presentaciones en el Teatro Folies Bergere, en Ciudad de México. Durante uno de esos shows, el cómico y empresario Jesús “Palillo” Martínez sugirió cambiar el nombre de la agrupación.
Fue llamada La Sonora Santanera, como se conoce desde entonces. Con este nuevo nombre, consiguió captar la atención del gerente discográfico José de Jesús Hinojosa. Este los invitaría a incorporarse a Discos Columbia.
La Sonora Santanera se ha caracterizado por interpretar música bailable. Desde el comienzo, su director fundador hizo los arreglos conducentes a un sonido tropical, con un toque mexicano. A partir de entonces, ha pasado casi setenta años deleitando al público con canciones de varios géneros musicales. Entre ellos, mambo, cha-cha-cha, danzón, bolero, merengue, guaracha, rumba, cumbia y otros ritmos afroantillanos. Y hasta tango.
Los jóvenes músicos que se reunieron en Ciudad de México, a mediados de los cincuenta, tenían sus objetivos claros. Estaban muy motivados con un proyecto musical, partiendo de ciertos ritmos tropicales.
Varios años antes, se había producido en la capital mexicana un verdadero auge de la música caribeña. En especial de la procedente de Cuba, aunque también de las otras Antillas Mayores de habla hispana. Fue el boom de las sonoras, agrupaciones de música bailable con influencia de diversos ritmos afroantillanos.
Los futuros integrantes de La Sonora Santanera se montaron en esa ola. Sin embargo, deseaban darle un toque mexicano, como habían logrado algunos otros conjuntos.
El trompetista y promotor de la idea de formar el grupo, era también músico arreglista. El mandado estaba casi listo. Se completó con la admiración y la influencia que recibió desde muy joven de agrupaciones como
La Sonora Matancera. En los años cincuenta, esa orquesta cubana causaba furor en México y en buena parte de Latinoamérica.
La Sonora Santanera es una de esas agrupaciones legendarias, de la escena musical latinoamericana. Cerca de setenta años han transcurrido desde que dio sus primeros pasos en Ciudad de México. Con el pasar del tiempo, se ha convertido en una verdadera institución de la música latina.
Conserva la calidad de su sonido musical, junto al espíritu popular y festivo que la distinguió desde el principio. El estilo particular que logró dentro de la música tropical, se ha mantenido a través del tiempo. Lo ha sabido preservar, pese a los cambios en sus filas. La inesperada muerte de su fundador, en un accidente automovilístico en 1986, no la apartó de su esencia.
Hoy continúa en la palestra musical, después de sobrevivir a varias generaciones de integrantes. Es otra de las pocas agrupaciones, decanas de la música popular de Latinoamérica. Más de medio centenar de álbumes publicados, dan cuenta de su actividad dentro de la industria discográfica. Un público que se ha mantenido fiel, a lo largo del tiempo, dice mucho. En realidad lo dice todo, sobre su capacidad para entretener, divertir y poner a bailar a gente.
Está a la par de otras respetables agrupaciones y orquestas de música popular latinoamericana. Al observar su larga trayectoria, es imposible no evocar otros grupos musicales de ritmos caribeños y bailables. La Sonora Matancera, de Cuba para el mundo, es una de ellas. Entre otras más, podrían mencionarse las venezolanas
Billo's Caracas Boys y
Los Melódicos. Son verdadera instituciones musicales. Han sobrevivido a sus fundadores y a varias generaciones de intregrantes, manteniéndose en el sentir de los aficionados.
Como todas esas agrupaciones decanas de la música popular bailable, la época dorada de La Sonora Santanera quedó atrás. Su mayor auge fue los sesenta, manteniéndose muy en boga hasta mediados de los ochenta. Sin embargo, hasta el día de hoy sigue siendo muy solicitada por los mexicanos. A la hora de celebraciones, públicas o privadas, es frecuente que este grupo haga presencia para amenizar las fiestas.
Durante su carrera musical, La Sonora Santanera ha recibido numerosos premios, reconocimientos y discos de oro o plata. Ha llevado su música a buena parte de Estados Unidos, Centro y Suramérica. Además de sus discos, ha aparecido con sus canciones en muchas películas y programas de televisión.
Premios destacadísimos como Las Lunas Del Auditorio, están en su palmarés. Ese es un reconocimiento otorgado por el Auditorio Nacional, a los mejores espectáculos en vivo en México. La presea es una réplica de la escultura de la Luna, del escultor Juan Soriano, que se encuentra cerca del mencionado recinto. En su país, el grupo apareció en un boleto de la Lotería Nacional, en 2010. Un año antes, había sido incluida en el Salón de la Fama México.
La Sonora Santanera fue de los primeros conjuntos musicales en grabar un disco, con otros grandes artistas. Podría decirse que fue pionera de las colaboraciones musicales, que en las últimas décadas se han puesto de moda.
Revisaremos sus primeras décadas en la industria musical y discográfica. Un retroceso de más de sesenta años, para llegar nuevamente al momento presente.
En 1960, La Sonora Santanera debutó en la industria discográfica con
“La boa”, un disco compuesto por doce canciones. De ese álbum, salieron dos sencillos que resultaron muy exitosos. El que de título al trabajo, se convirtió rápidamente en su primer gran éxito.
El tema
“La boa” fue una adaptación del cantante y actor mexicano Carlos Lico, de un danzón cubano. Logró darle un toque coloquial, que produjo un gran hit. Pasó a ser un clásico dentro de la discografía de la agrupación. Ha sido muy solicitado en sus presentaciones, incluso hasta el día de hoy. Con una letra pegajosa y un poco diferente a la anterior, fue cantada por Silvestre Mercado, Juan Bustos y Andrés Terrones. Todos bajo la dirección de Carlos Colorado Vera, quien puso a bailar a la gente con los arreglos que hizo.
El otro sencillo,
“Los aretes de la luna”, también fue muy celebrado. El álbum fue respaldado por Columbia Discos, empresa disquera con la que La Sonora Santanera había firmado poco antes. Con esos triunfos, la agrupación amplió significativamente su audiencia.
Para esa época, el sexteto inicial estaba conformado ya por once integrantes. Algunos otros cambios en la alineación, se producirían también con el paso del tiempo.
Solo dos años después de ese primer trabajo discográfico, el grupo saltó a la fama. Fue con el disco
“Sonora Santanera. Canta Sonia López”. Esta cantante mexicana, conocida después como la Chamaca De Oro, apenas estaba iniciándose en la escena musical. Se había incorporado al grupo en 1961, grabando un primer disco, titulado
“¡A gozar!”, con doce canciones. Ese mismo año, el conjunto grabó otros dos discos, en los que intervino
Sonia López. En algunos temas como solista y en otros a dúo con Juan Bustos.
“Sonora Santanera. Canta Sonia López” fue un álbum que llevó al grupo a la cima. En ese entonces, La Chamaca De Oro todavía era menor de edad. Fueron doce canciones, entre las que se destacaron las siguientes.
“Ya no vuelvas conmigo”, “Corazón de acero”, “Bésame por favor”, “Canela pura”, “El ladrón” y
“Semana de amor”.
Ese trabajo discográfico fue un enorme éxito. A partir de entonces, la agrupación incluyó en sus shows algunos de los temas de ese disco. Siempre, interpretados por la Chamaca de Oro. Esa joven vocalista resultó un verdadero fenómeno, en la escena mexicana de la música tropical. Precisamente por eso, en 1963 se marchó de la agrupación para iniciar su carrera en solitario. Terminaba así la etapa de La Sonora Santanera, con Virginia López.
La agrupación siguió con sus actividades musicales, por todo el resto de la década. Muchas presentaciones en vivo y bastante movimiento en el estudio de grabación, ocuparon su agenda. Dos discos,
“La guapachosa Sonora Santanera” y
“La triunfadora”, fueron publicados en 1965. Dos años después, lanzó al mercado discográfico el álbum
“Viajando y bailando con La Sonora Santanera”.
“La orquesta show De América” es un álbum que salió en 1968. También de ese año es el disco que lleva por nombre
“La Sonora Santanera y la inspiración de Agustín Lara”. Este larga duración es un homenaje al insigne compositor mexicano
Agustín Lara. De manera similar, más adelante grabaría otros álbumes con versiones de canciones de grandes compositores latinoamericanos. De 1969, es su L.P.
“La única Sonora Santanera”.
De esos discos salió un grupo de canciones que fueron muy exitosas. Entre otras,
“Nunca digas no”, “Todo se paga”, “El mudo” y “La cumbia del torero”. Pero también,
“Por las calles de México”, “Las mellizas”, “La sirena” y
“Ven cariño”.
La década siguiente no fue tan auspiciosa para la agrupación, si bien publicó varios discos. Fueron unos seis álbumes, entre originales, recopilatorios o versiones de canciones de otros compositores. Sin embargo, debieron afrontar la trágica muerte de uno de sus integrantes. El músico Armando Espinoza fue asesinado en su casa, al parecer por orden de su esposa. Algunos críticos han opinado, retrospectivamente, que su época de oro había pasado. Otros piensan que si bien no tuvo el auge de los sesenta, seguía con éxito en la palestra musical. Y que mantuvo su destacada actividad, hasta la muerte de su fundador a mediados de los ochenta.
De 1970 es el disco
“La consentida de América Sonora Santanera”. Tres años después, estrenaron el álbum
“Éxitos de Rafael Hernández con La Sonora Santanera”.
“De pachanga con La Sonora Santanera” es un disco publicado en 1974. Más adelante, en esa misma década de los setenta, lanzaron otros tres álbumes. Salieron con los nombres de
“A bailar con La Sonora Santanera”, “Mi barrio” y
“La romántica Sonora Santanera”.
Los años ochenta marcaron un hito transcendental en la historia de la agrupación. Habían comenzado con mucho empuje. Cinco discos fueron publicados entre 1981 y finales de 1985.
“El barbarazo”, “Al ritmo de La Sonora Santanera” y
“Con cariño para ti”, fueron tres de ellos. Dos más llevaron los nombres de
“La institución de América” y
“Puro merengue”.
El luto marcó el comienzo de una segunda etapa En abril de 1986, una nueva tragedia enlutó a La Sonora Santanera. Su director, Carlos Colorado Vera, murió al estrellarse el autobús en el que viajaba la agrupación. La mayoría de los integrantes resultaron heridos, además de experimentar un profundo sentimiento de pérdida. Como era de esperarse, el grupo se alejó de los escenarios por algunos meses.
Cuando tomaron la decisión de regresar, enfrentaron algunos problemas por el nombre de la agrupación. Al parecer, los derechos fueron cedidos a la viuda del malogrado director.
Los pleitos por el nombre, junto a otros inconvenientes a lo interno del grupo, desembocaron en una ruptura. Surgieron dos conjuntos musicales. Uno, con el nombre de La Única e Internacional Sonora Santanera, dirigida por Arturo Ortiz y Antonio Méndez.
El otro, llamado La Sonora Santanera de Carlos Colorado y María Fernanda. Este último quedó bajo la dirección de la viuda de Carlos Colorado Vera y su hija. Otros integrantes, como Andrés Terrones, José Bustos y Ramiro Álvarez, formaron sus propias agrupaciones musicales. Todos procuraron mantener el estilo original de La Sonora Santanera.
Otros dos discos salieron en esa misma década de los ochenta, después de la muerte del director. Uno, con el título de
“Sonora Santanera presente”, fue publicado en noviembre de 1986. El otro, salió el año siguiente bajo el nombre
“Dios si perdona, el tiempo no”. Son nueve canciones, además de la que da título al álbum.
A pesar de las divisiones, La Sonora Santanera continuó con sus actividades musicales. Además de presentarse en diversos escenarios, publicó unos diez discos. En esa cuenta incluye varios recopilatorios, una reedición y un álbum en directo. Uno es el disco
“Como en los Buenos Tiempos: Sonora Santanera Interpreta a Armando Manzanero”, que salió en 1992. De igual modo, se menciona un recopilatorio, del año siguiente,
“La Sonora Santanera y sus once compositores”.
En las dos primeras décadas del siglo XXI, la agrupación continuó en actividades parecidas a la década anterior. Entre los años 2000 y 2019, lanzó al mercado cerca de una docena de discos. En ese material discográfico, predominan los recopilatorios y las reediciones.
“De todo un poco”, salió en el año 2000. Cinco años después lanzó
“Grandes leyendas de la música”, un disco recopilatorio publicado en dos volúmenes.
“Perfume de gardenias” fue álbum reeditado en 2009. En 2016, como parte de un celebración muy especial, editó el recopilatorio
“La Sonora Santanera en su 60 aniversario”.
“La fiesta continúa” y
“Homenaje a la música tropical”, son de sus discos más recientes. Salieron, respectivamente, en 2017 y 12019.
La Sonora Santanera ha reanudado sus presentaciones en vivo, ya superado el pico más alto de la pandemia por Covid-19. Llevando consigo más de sesenta y cinco años de tradición, continúa trabajando. Recientemente ha comentado que está preparando nuevo material discográfico. Espera seguir complaciendo al público aficionado a la música tropical, que ya incluye varias generaciones.
Antonio Ortiz, actual mánager de la agrupación, comentó no hace mucho tiempo, que están hartos de problemas legales. Dijo que las autoridades no detienen a esas falsas sonoras. Esas agrupaciones que, además de quitarles el trabajo, porque cobran poco, ofrecen un espectáculo de menor calidad.
“Invitamos a los empresarios [a] que cuando contraten a La Sonora Santanera, le pidan su registro oficial el cual debe ser el del Instituto Nacional de Patentes y Marcas, sino se los dan, son piratas”, dijo en una entrevista reciente sobre ese controversial asunto.
Las agrupaciones musicales, llamadas sonoras, fueron vistas por los conocedores como una evolución de los sones. Varias, muy reconocidas, surgieron incluso mucho antes de La Sonora Santanera. Esta, durante su dilatada carrera musical, ha interpretado con éxito canciones de algunas famosas sonoras. Entre otras,
La Sonora Maracaibo,
La Sonora Dinamita o La Sonora Tropicana. Y por supuesto, la más antigua y famosa de todas, La Sonora Matancera.
Asimismo, en todas estas décadas, La Sonora Santanera ha tenido importantes colaboraciones y trabajos con reconocidos intérpretes. Han sido muchos, en realidad. Solo a manera de ejemplo, se mencionan cantantes como los siguientes.
Celia Cruz,
Vicente Fernández,
Carla Morrison,
Natalia Lafourcade,
Diego Verdaguer y
Johnny Ventura. Pero también,
Cristian Castro,
Kalimba, Víctor García,
Carlos Rivera,
Leonel García y
Julieta Venegas.
Las diatribas por el nombre o por la representación genuina de la agrupación, no ha implicado parálisis musical. Todo lo contrario. Otro tanto han pasado varias agrupaciones de muchos años de trayectoria, como el
Trío Los Panchos, por solo manecionar un caso. O la ya mencionada Billo’s Caracas Boy, de Venezuela, por citar otro ejemplo.
Pese a todo, la agrupación está consolidada como una institución musical. No conoce de retiro ni de jubilaciones. Los cuadros de músicos y vocalistas que se han ido formando a través de los años, garantizan la continuidad. Trabajan duro para mantener el estilo logrado en los sesenta. Así lo pide el público. Y La Sonora Santanera parece decir que se queda todavía por mucho rato.
Trompetas: Antonio Méndez, Francisco Méndez, Alfredo Pino Cruz y Rubén Nava.
Percusión: Sandro Celada y Arturo Ortiz Martínez. Este es el integrante de mayor antigüedad en el grupo, además de actual director.
Vocalistas: Tomás Cruz y Simón Hernández.
Bajo: Alfredo Hernández Mejía.
Piano: José Antonio Torres.
Tony Arellano ha sido el MC del grupo durante muchos años. También es responsable de las respectivas actividades de promoción en radio y televisión.
Sobre el director fundador de La Sonora Santanera Carlos Colorado Vera fue el fundador de la agrupación, además de director hasta el momento de su muerte. Fue músico trompetista, compositor y arreglista. Nació el 7 de enero de 1934 en villa Sánchez de Magallanes, Barra de Santa Ana, Tabasco, al sureste de México.
Su familia era de clase media. Su padre, quien fue comerciante, falleció cuando el futuro músico era todavía muy pequeño. Ese triste acontecimiento cambió drásticamente la situación socioeconómica de la familia. En adelante, experimentaron muchas carencias materiales. En ese entonces ya tenía como meta ser músico. Aspiraba a convertirse en músico filarmónico, igual que su abuelo Guatimotzin Vera.
Siendo muy joven, era admirador de la Sonora Matancera. Esa orquesta cubana, creada en 1920, causaba sensación en México desde la década del cuarenta. En Barra de Santa Ana, Carlos Colorado Vera formó su primer conjunto musical, llamado Son Juvenil.
Tiempo después, en los años cincuenta, se fue a vivir a Ciudad de México. Salió de su pueblo junto a su madre y sus hermanos. En la capital mexicana estudió trompeta clásica. En la escuela de música de Bellas Artes, conoció a José Muñoz, Ernesto Domínguez y a David Quiroz. Este último fue quien le sugirió formar su propio conjunto musical.
Carlos Colorado Vera se casó con Yolanda Almazán Ortiz. De esa unión fueron sus dos hijos, Carlos y Norma Yolanda. A su hijo le hizo una canción llamada
“Latosito” y a su hija le decía La Musita.
Varios meses antes de morir, el líder de La Sonora Santanera perdió a su hijo, en un accidente automovilístico. La tragedia aconteció en 1985. A principios del año siguiente, todavía muy entristecido por la muerte de Carlos, su hijo, tuvo varios presentimientos. Tenía algunos meses soñando que su hijo lo abrazaba, lo apretaba y lo soltaba. Esos sueños le hacían pensar que su hijo lo necesitaba y que pronto iban a estar juntos.
Carlos Colorado Vera murió el 25 de abril de 1986, en Tultitlán de Mariano Escobedo, México. Ese día, el grupo iba rumbo a Aguascalientes, para presentarse en la Feria de San Marcos. El autobús en que viajaban fue impactado por un camión. Hubo varios heridos, que en poco tiempo lograron recuperarse. El director murió inmediatamente, en el mismo sitio del accidente. Tenía cincuenta y dos años de edad.
Estuvo al frente de la agrupación que creó, por tres décadas. Toda la actividad de La Sonora Santanera en esos años, giró en torno de su talentosa personalidad. Todavía tenía mucho que dar. La impronta que marcó en la música tropical de México, perdura hasta el día de hoy.
Fueron parte también de La Sonora Santanera Sonia López, Armando Espinoza, Juan Bustos, Silvestre Mercado, Antonio Casas Sánchez, Pepe Bustos, Lorenzo Hernández Mejía, Sergio Celada, Gildardo Zárate, Héctor Fuentes y Jorge Ortiz Martínez.
Cuando La Sonora Santanera perdió de manera inesperada y trágica a su director fundador, este ya había realizado su mayor labor. Al momento de morir, todavía aspiraba a realizar muchas actividades dentro del proyecto musical que lideró por tres décadas. Sin embargo, La Sonora Santanera ya tenía una obra hecha. Ocupaba un importante espacio dentro de la música tropical mexicana. Había conquistado a un numeroso público, alegre, bailador y muy exigente.
La compenetración de todos los integrantes y los arreglos musicales de su director, hacían las delicias de la audiencia. En especial de los aficionados que disfrutaban cha-cha-cha, danzón, bolero, merengue, guaracha, rumba, cumbia y otros ritmos afroantillanos.
Un tránsito de casi cuarenta años después de la muerte del director, dan cuenta de una lucha por la supervivencia. Por mantener un estilo que está muy arraigado en el sentir del público bailador mexicano. Una audiencia que continúa solicitando los temas y los mismos ritmos, que impuso la agrupación en su época dorada. Canciones que se han convertido en verdaderos clásicos de la música popular bailable.
Atrás quedaron los mejores años de La Sonora Santanera. Con todo, sigue siendo parte importante de la tradicional música tropical de México.