⚧ Biografía completo de Sinergia
Que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer es aplicable también a Sinergia, con la salvedad de que, en su caso, se trata de una mujer robusta detrás de un grupo de hombres. "Mujer robusta" fue el primero de muchos éxitos que impusieron el nombre de esta banda en el país completo, elevándolos como un peculiar ejemplo de una trayectoria rock guiada por cauces poco convencionales y de una encomiable persistencia.
En "Mujer robusta", "Te enojai por todo" o "Jefe" –tres de sus mayores hits– Sinergia retrata la vida del chileno medio, con la autoridad que les da ser un grupo rock conformado precisamente por chilenos medios, iniciados en un funk-rock popular que ellos denominan "metal-pájaro" y proyectado desde la escena barrial recogida por las Escuelas de Rock. Fuera de círculos de elite o de prestigio crítico, Sinergia legitima un trabajo asumidamente localista, popular y empático con la mayor cantidad posible de auditores, el grueso de los cuales los ha cultivado en sus incesantes presentaciones en vivo.
Inicios de cover
El éxito le llegó a Sinergia a casi una década de iniciada su historia. En 1992 el guitarrista Pedro Pedrales López, el bajista Alexis González y el baterista Cristián Gómez –tres compañeros en el colegio Cristóbal Colón, de Conchalí– se encuentran con Rodrigo Osorio, más conocido como Don Rorro, mayor que ellos y coordinador de una capilla de la misma comuna capitalina. Hasta mediados de 1994, el grupo funcionó como una banda de covers de "rock latino". Entonces se bautizaron como Sinergia y comenzaron a componer sus propias canciones.
Con el apoyo del Centro de Desarrollo Juvenil de Conchalí, Sinergia actúa en festivales comunales y gana una pequeña fama con canciones como "Otro + de los demás", "Yo quiero acostarme contigo" y "Pacman". Hacen sus primeras grabaciones gracias a las mencionadas Escuelas de Rock, programa gubernamental de respaldo a grupos nuevos chilenos, y en 1998 editan por cuenta propia el demo Apoyando a la demencia, en el que plasman el sonido que los caracteriza hasta hoy: una fusión de funk, rock, metal y ritmos latinos con letras humorísticas sobre situaciones y conflictos de la sociedad. Como su difusión en radios era aún dificultosa, fue en vivo que la banda fue consolidando su arrastre.
Durante 1999 y 2000 el grupo se presenta en distintos escenarios de la capital, fichan a dos nuevos integrantes (DJ Humitas y el baterista Bruno Brunanza Godoy) y gracias al éxito aún discreto de las canciones "El chupatrón", "Poder", "Santiago U.S.A." y "Pacman" son llamados por el sello argentino Dulce Limón a colaborar en Gracias... totales (1999), un disco tributo de bandas independientes a Soda Stereo, al cual integraron su versión para "En el séptimo día".
Emparentado con grupos como Mr. Bungle, Primus, Meat Puppets y Metallica, el sonido del sexteto queda registrado en su disco debut, Sinergia (2001), producido por el experimentado rockero Andrés Godoy. A pesar de ser un trabajo independiente y vendido mano a mano, singles como "Chilerobot", "Mujer robusta", "Amor alternativo" y "Concurso" ganan popularidad y se sitúan en los primeros puestos de los ránkings radiales chilenos.
El impulso del éxito
Debido a su creciente atención, Sinergia es reeditado por el Sello Azul en 2002 y por el sello La Oreja en 2003, además de resultar nominado en la categoría de mejor artista nuevo de los premios MTV Latino. El suceso se apoya además en el carácter histriónico y de comediante de Don Rorro y a la fauna "sinergética" de las letras del grupo, tan variada como la que es posible encontrar en una sala escolar. Viven en ella los engrupidos con la moda, con el dinero o con los autos; los chicos "alternativos", los que piensan en mujeres y sexo las 24 horas del día, los malos para jugar al fútbol, los feos, gordos o malolientes. El mundo de Sinergia queda resumido en la definición de los propios integrantes hacen de su música: "metal pájaro"; o sea, para "pajarones", todos aquellos que no encajan en ninguna parte. Para los retraídos, tímidos y despistados.
Nuevamente acompañados por Andrés Godoy, Sinergia graba Procésalo todo (2004) y lo presentan como un disco de "metal pájaro ascurrío", y que esta vez queda simbolizado en una nueva viñeta entonada por la burlesca voz de Don Rorro: el hit radial "Mi señora", otra variante vivencial del choque entre una mujer fuerte y un hombre apocado. El rock sigue siendo duro y alborotado, pero el cambio está en sus letras más incisivas, donde el grupo acentúa su crítica social y agudiza su mirada sarcástica.
Con el lanzamiento del segundo single, "Todos me deben plata", parte la gira "Crédito Universitaria" y Sinergia se presenta en universidades de distintas ciudades del país. Animan las semanas de bienvenida de los alumnos nuevos y, haciendo honor a su nombre –del griego "synergia", que significa "cooperación"–, apoyan a la lucha de los estudiantes en el problema de los créditos fiscales.
Aunque sus miembros dejaron de ser escolares hace algún tiempo ya, en todas sus discos hay cierta nostalgia por esa época en que usaban cotonas, corbatas y pantalones grises. Añoranza que materializan en 2005 con Canciones cuando éramos colegiales, un EP en el que rinden tributo a grupos que marcaron la historia musical chilena en la década de los '80 y los '90. Y si ese minidisco es la nostalgia, Delirio (2007) es su marca de madurez. El éxito indiscutible de los temas "Jefe", "Te enojai por todo" y "Niños araña" fue la constatación del buen ánimo con que el público aceptó la opción del grupo por un mayor trabajo con teclados.
Los pasos de Sinergia desde el 2006 en adelante han sido los de una banda consolidada, incluyendo una masiva celebración de su decimoquinto aniversario (Teatro Teletón), la edición de un primer DVD y su paso por el Festival de Viña 2008. Pese a ello, su identidad es incompatible con los delirios de grandeza. En entrevista con suena.cl, Don Rorro explicaba que "Sinergia se sigue sintiendo una banda emergente", acaso jugando a ser eternos pajarones de pura apariencia que se divierten en caricaturizar y teatralizar las situaciones mínimas de la rutina, al ritmo vertiginoso y rudo del rock y el funk.