Anthony Dominick Benedetto fue un cantante estadounidense de ascendencia italiana, conocido en el mundo entero como
Tony Bennett. Nació en Astoria, distrito de Queens, ciudad de Nueva York, el 3 de agosto de 1926. Se le considera como uno de los últimos grandes crooners del siglo XX.
Alcanzó fama mundial con su exitoso tema,
"I Left My Heart In San Francisco". Muchas otras de sus canciones también se convirtieron en hits. Entre ellas,
"Blue Velvet" y
"Stranger In Paradise".
Después de siete décadas ininterrumpidas en la escena musical, su legado es bien significativo. Cerca de setenta discos de estudio y más de cincuenta millones de copias vendidas.
De la impresionante lista de galardones y trofeos que recibió, se mencionan los siguientes. Diecinueve Premios Grammy, incluido el Lifetime Achievement Award que se otorga por toda la trayectoria en la industria musical. También obtuvo dos Premios Emmys.
Fue reconocido con la NEA Jazz Master, la máxima distinción de su país a un intérprete de jazz. Asimismo, recibió el Kennedy Center Honors. Este es el más alto tributo que el gobierno de Estados Unidos otorga a sus artistas escénicos.
Su última actuación en vivo fue en agosto de 2021. En esa oportunidad compartió escenario con la afamada cantautora estadounidense,
Lady Gaga.
Como estrategia de mercado, la industria musical lo presentó siempre como rival de
Frank Sinatra. Una "competencia" que no tenía ningún asidero en la realidad. Llegaron a trabajar juntos en varias ocasiones. Grabaron temas como
"New York, New York", que fue un rotundo éxito.
Además, se profesaban mutua admiración. Mucho antes de morir, Frank Sinatra dijo que Tony Bennett era "el mejor cantante en el negocio".
Tony Bennett comenzó en la escena musical con el seudónimo de Joe Bari. Cuando inició de manera profesional, lo cambió por sugerencia del comediante estadounidense Bob Hop. Este tuvo el acierto de acortar el nombre Anthony Benedetto, al apodo con el que conocería en adelante.
Tony Bennett nació en Astoria, un barrio del distrito de Queens. Fue hijo de una humilde pareja de emigrantes procedentes de Calabria, al suroeste de Italia. Tuvo como padre a John Benedetto, empleado de un comercio. Su madre, Anna Suraci, fue costurera.
Empezó a cursar la secundaria en la High School of Industrial Art, en Nueva York. En esa institución estudió música y pintura. A esta última disciplina se dedicó primero, firmando sus cuadros como Benedetto.
En sus pinturas mostró inclinación por el paisajismo. Varios sus trabajos se encuentran en algunos museos e instituciones públicas. Sin embargo, sería la música la vocación artística que lograría desarrollar plenamente.
A los dieciséis años de edad dejó el mencionado centro de enseñanzas, para dedicarse a trabajar. Debía ayudar a la economía familiar. Cuando tenía diez años, murió su padre y su mamá se dedicó a trabajar como costurera.
Más adelante, cuando cumplió la edad reglamentaria, debió enrolarse en el Ejército de Estados Unidos. Fue trasladado a Alemania, donde participó en el final de la Segunda Guerra Mundial. Estuvo presente en la liberación de los campos de concentración de Landsberg, a las afueras de Múnich. Alcanzó el rango de soldado de primera. Lo que vivió en ese tiempo, le reafirmó su ideología pacifista.
Tony Bennett incursionó en el mundo del espectáculo musical, gracias a uno de sus tíos. Este era bailarín de tap o claqué, en un teatro de vodevil. Fue quien lo acercó a ese ambiente.
El 11 de julio 1936, siendo un niño de diez de edad, cantó en un acto público. Había sido seleccionado por su talento musical. Ese día marcó el inicio de su carrera musical, según muchos conocedores de su trayectoria artística.
La actuación se realizó en la ciudad de Nueva York, con motivo de la inauguración del Triborough Bridge. Este es el nombre de los tres emblemáticos puentes, que unen los principales distritos de La Gran Manzana. En ese acto estuvo presente el alcalde la ciudad, Fiorello La Guardia.
Más adelante empezó a cantar en varios restaurantes italianos, en Queens. Actuó como niño prodigio de la canción, para contribuir al sustento económico de la familia. Cuando tuvo la edad suficiente, se desempeñó a la par como camarero-cantante.
A los dieciocho años, debió alistarse en el Ejército estadounidense. Quedaba así interrumpida su incipiente carrera musical. Afortunadamente, no sería por mucho tiempo.
Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, se quedó un tiempo en Alemania. Formó parte de una banda musical que entretenía a las fuerzas ocupantes.
De regreso a la ciudad de Nueva York, continuó estudios vocales de manera formal. Los hizo en la escuela American Theatre Wing. Además, informalmente seguía aprendiendo. En ese tiempo cantó en restaurantes y otros espacios similares. Especialmente en los clubes de jazz de 52nd Street.
Parecía no tener mayores aspiraciones. Sin embargo, por esa época lo descubrió la actriz y cantante estadounidense, Pearl Bailey. Esta lo eligió como telonero de su show, en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. Corría el año de 1949.
En ese espectáculo estuvo presente el comediante Bob Hope, ícono de la televisión estadunidense. Este supo apreciar el talento del joven cantante. Decidió incorporarlo a su show en Paramount Hotel, en el centro de la Gran Manzana. Como condición le sugirió que cambiase de nombre. Fue entonces cuando adoptó el apodo de Tony Bennett, creado por el mencionado comediante.
En 1950, hizo una grabación de prueba de la canción
"Boulevard Of Broken Dreams", animado también por Bob Hope. La envió a la disquera Columbia Records, perteneciente a CBS Corporation.
Fue contratado para suplir el espacio dejado por Frank Sinatra, por desavenencias con la gerencia de la compañía. Quizás de allí viene la creencia de la competencia entre estos dos extraordinarios cantantes. "Una rivalidad" que la industria musical supo explotar muy bien, con el correr de los años.
El gerente ordenó que el nuevo cantante interpretara un repertorio más popular y menos jazzístico. Muy diferente del que había cantado el barítono Frank Sinatra. Fue una idea que salió muy bien.
En ese ambiente conoció a Percy Faith, quien se convertiría en su productor musical. Más adelante, lo ayudaría a conseguir más de cincuenta éxitos musicales.
Con el apoyo de la discográfica, Tony Bennett comenzó su portentosa, aunque accidentada carrera musical. Solo la interrumpiría siete décadas después, cuando se retiró.
Tony Bennett fue un cantante de voz suave y melodiosa, pero a la vez potente. Estuvo entre esos intérpretes masculinos, que la industria musical estadounidense denomina crooners. El último del siglo XX, lo calificó la prensa al momento de reseñar su muerte.
Entre sus primeras influencia musicales, pueden mencionarse varios cantantes y músicos de su país. Fueron artistas e intérpretes, que escuchó desde que era niño. Entre otros, Al Jolson, Eddie Cantor, Judy Garland y Bing Crosby. Pero también, a jazzistas como
Louis Armstrong, Jack Teagarden y Joe Venuti.
Con su potente y susurrante voz, además de su gran carisma, conquistó su espacio. Llegó a millones de aficionados al pop orquestal y al jazz vocal. Se afianzó en su distinguida figura, realzada por sus finos modales y su elegante manera de vestir.
Con esos atributos, se presentó por décadas en los mejores escenarios del mundo. Interpretó con igual éxito géneros musicales como pop tradicional, easy listening o música ligera y swing.
Su instrumento vocal fue extraordinariamente rico y duradero. En alguna ocasión se autocalificó como "un tenor que canta como un barítono". Apalancado sobre todo en esa fortaleza, se convirtió en un maestro en la balada.
Su repertorio estuvo basado en estándares de la música popular estadounidense, al decir de algunos críticos. Con especial maestría interpretó principalmente baladas y jazz. Incuso, alguna vez experimentó con elementos sonoros y ritmos del tango.
Tonny Bennett fue un cantante legendario, dicen muchos conocedores de su trayectoria musical. Una leyenda viviente que estuvo setenta años seguidos en la escena de la música pop y el jazz vocal. A pesar de eso, solía decir que nunca había trabajado un día en su vida, porque le encantaba cantar. Un verdadero artista.
No hace falta reseñar todos y cada uno de sus setenta álbumes de estudio. Tampoco hacer una rigurosa cronología. Para conocer lo trascendente de su obra, basta acercarse a sus discos más impactantes.
Esos álbumes que le dieron renombre, además de un gran rédito comercial. No obstante, en cierta ocasión dijo que más que producir discos, le encantaba hacer canciones. Ambicionaba crear "un catálogo de hits más que discos de hits".
De su numerosa discografía, unos diez álbumes han sido vistos por algunos críticos como fundamentales. Una decena de títulos que permiten entender el enorme éxito de Tonny Bennett. Discos contentivos de la mayoría de los temas que lo llevaron a la cúspide de la escena musical. Descontados, por supuesto, los sencillos no incluidos en ningún álbum.
Siguiendo esa recomendación, vemos que esos diez títulos discográficos fueron publicados en cuatro décadas y media. En los cuarenta y cinco años que van de 1957 a 2002. Un largo período de su trayectoria artística, que abarca las dos etapas de apogeo musical y comercial que tuvo.
Pero antes de pasar la mirada por ese catálogo de sus discos más exitosos, veamos su álbum debut. Y sus primeros sencillos.
"Because Of You" es el nombre de su primer disco. Fue estrenado en 1952 con respaldo del sello discográfico Columbia Records. Esta misma compañía lo reeditaría cuatro años después, como parte de su colección
"House Party Series - Columbia".
De ese disco debut, el tema homónimo le deparó a Tonny Bennett su primer éxito en el mercado discográfico. Un sencillo del que se vendieron más de un millón de copias.
"Cold Cold Heart" es otro de los sencillos de ese álbum inaugural de ocho temas. Se ha dicho que gracias al sonido country de esa pieza musical, Tonny Bennett llegó a un público más amplio.
Los años cincuenta y de principios de los sesenta, fueron de constante crecimiento en su carrera profesional. Resumen su primera etapa de apogeo, según muchos críticos.
Un tema que también lo hizo muy popular fue
"Blue Velvet", de 1951. Al parecer causó furor en muchas aficionadas adolescentes. Algo parecido a lo sucedido con canciones de
Elvis Presley o del Frank Sinatra joven. Esta canción volvería a estar de moda, treinta y cinco años después. Fue en 1986, cuando se estrenó la película homónima de David Lynch,
"Terciopelo azul".
Otro de sus grandes temas de esos años es
"Stranger In Paradise", estrenado en 1953. Esta canción fue grabada para promocionar
"Kismet", un musical de Broadway. Fue un éxito que llegó hasta Reino Unido, donde ocupó el primer puesto.
En esa época su popularidad era de tal magnitud, que ofrecía siete conciertos diarios. Tenían lugar en el Paramount Theatre de Nueva York, entre 10:30 de la mañana y las 3 de la madrugada.
Por si no fuera suficiente, en el verano estadounidense de 1956 tuvo un programa semanal de variedades.
The Tony Bennett Show, que fue trasmitido por el canal de televisión NBC. Lo repitió dos años después.
De la referida alusión a sus mejores álbumes, siete fueron publicados en esas dos décadas de auge. Vamos a verlos un poco más de cerca.
"The Beat Of My Heart" es un disco que publicó en 1957. Fue una clara aproximación al jazz, dicen algunos conocedores. El resultado fue favorable, con buena acogida de público y crítica.
Con esa propuesta, Tonny Bennett fue el primer cantante de música popular que colaboró con Count Basie. Con este famoso director de orquesta y pianista de jazz, publicó dos álbumes.
Salieron con los títulos de
"Basie Swings, Bennett Sings" y
"Bennett And Basie Strike Up The Band". Fueron estrenados, respectivamente, en 1958 y 1961. De esos trabajos discográficos, la canción más exitosa fue
"Chicago", que se convirtió en un clásico.
Al ser pionero en ese trabajo con una big band, Tony Bennett se anticipó a muchos. Incluido Frank Sinatra quien, por cierto, más adelante también grabaría el tema
"Chicago".
"I Left My Heart In San Francisco" es un álbum de estudio que Tony Bennett estrenó en 1962. La grabación, realizada de octubre de 1957 a enero de 1962, se hizo en Estudio CBS, en Nueva York. Son doce canciones de música pop tradicional y jazz vocal. Treinta y dos minutos veinte segundos, bastaron para armar esa jazzística obra de arte.
Ese trabajo discográfico, publicado por Columbia Records, llegó al quinto lugar en la lista de álbumes pop del Billboard estadounidense. Consiguió certificado platino por la RIAA (Recording Industry Association of America). Fue uno de los álbumes más vendidos en toda la dilatada carrera musical de Tony Bennett.
Es interesante conocer los antecedentes de ese famoso disco. En febrero de ese mismo año 1962, Tony Bennett lanzó la canción
"I Left My Heart In San Francisco". Fue respaldado por Columbia Records, por supuesto. El tema salió en el lado B del sencillo
"Once Upon A Time". Se convirtió en un éxito en las listas de música, independientemente del otro tema.
Luego, la compañía discográfica diseñó el álbum en torno a ese hit. Incluía material que se había lanzado anteriormente en sencillos y elementos no utilizados de sesiones anteriores. Por eso suele decirse que el álbum fue grabado entre 1957 y 1962.
Con
"I Left My Heart In San Francisco", Tony Bennett ganó un espacio enorme en la industria musical. Conquistó definitivamente la escena de la música pop, dentro y fuera de su país. Fue su primer gran éxito internacional.
Una anécdota sobre esa canción ha sido contada muchas veces, pero mantiene el interés. La pieza fue escrita originalmente para la cantante de ópera, Claramae Turner. Con frecuencia la usaba como bis en sus presentaciones, pero nunca la grabó.
"I Left My Heart In San Francisco" llegó a Tony Bennett a través de Ralph Sharon. Este pianista de jazz, arreglista y amigo de los compositores de la canción, acompañó muchas veces a nuestro biografiado. En una de sus giras y en camino al hotel Fairmont de San Francisco, le mostró la composición.
Lo curioso del asunto es que no terminó allí. Antes de que Tony Bennett la escuchara, la canción se le presentó a otro cantante estadounidense. Se trató de Tennessee Ernie Ford, a quien Claramae Turner sugirió a otro músico que se la llevara.
Cuenta la leyenda, que el intérprete bajó el volumen. Nunca sabremos si llegó a arrepentirse, dado el éxito que el tema alcanzó después. Lo que resulta muy claro, es lo que representó para Tony Bennett. Su canción insignia. Por suerte o destino, le tocó a él.
Ese sencillo le deparó dos premios Grammy. Grabación del Año y Mejor Interpretación Vocal Masculina Solista. Además, quedó inmortalizada en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Esa institución la considera la grabación más importante de Tonny Bennett, en sus setenta años ininterrumpidos de oficio discográfico. Actualmente figura entre las cien mejores de la historia, una selección de la industria musical estadounidense.
Otros dos discos de esa primera etapa de auge, fueron publicados en 1963 y 1968. Salieron, respectivamente, con los nombres de
"I Wanna Be Around" y
"Snowfall - The Tony Bennett Christmas Album".
En las décadas de los setenta y ochenta, la carrera profesional de Tony Bennett experimentó un declive. En los setenta, también enfrentó varios importantes problemas personales. Sin embargo, se mantuvo en la escena musical, resistiendo las nuevas tendencias en la música.
Nunca dejó de trabajar en el estudio de grabación. Incluso en esas esas dos décadas de poco éxito comercial para sus canciones.
El declive había empezado a mediados de los sesenta. Cambios en los gustos musicales de muchos aficionados, obedecieron a la llamada "invasión británica". Buena parte del público prefería a
The Beatles y, en general, la música rock. Su carrera empezó a transitar un camino descendente, que lo llevó al consumo desenfrenado de cocaína. Los problemas económicos también comenzaron a causar estragos.
Fue un período en que se vio reducido a la condición de amenizador musical, haciendo easy listening o música ligera. En ese estilo, versionó a The Beatles.
Eso se debió a la presión que recibió del presidente de CBS Records, Clive Davis. El ejecutivo aspiraba a que se pusiera a tono con las nuevas tendencias musicales. Que interpretara un repertorio más juvenil. Igual planteamiento le fue hecho a Barbra Streissand.
Tony Bennett estuvo reacio a montarse en la muy vigorosa ola de la música rock. No obstante, en 1970 accedió. El disco salió publicado con el nombre de
"Tony Sings The Great Hits of Today!". Por ese proyecto sintió un desapego tal, que se enfermó durante la grabación. El resultado fue lamentable. El disco no convenció a nadie.
Unos años antes, la industria del entretenimiento incluso intentó lanzarlo como actor. En 1966 le dieron un rol de regular importancia en la película
"The Oscar". Fue una experiencia poco estimulante, que no quiso repetir.
En 1972, Columbia Records le rescindió el contrato. Fue la época en que, tras su primer divorcio y nuevo matrimonio, llevó una vida desenfrenada en Los Ángeles.
Con ese modus vivendi, las grandes disqueras le perdieron la confianza. Luego firmó con MGM Records, pero no tuvo buenos resultados. En poco tiempo quedó sin compañía discográfica. Eso lo estimuló a crear el sello discográfico de su propiedad, Improv. El proyecto duraría poco más de dos años.
Con su disquera produjo en 1975-76, dos álbumes a dúo con el talentoso pianista Bill Evans. No fueron bien recibidos, pero años después y hasta el presente, son considerados clásicos del jazz.
Tres discos más grabaría con Improv, antes de la quiebra y desaparición de la compañía. En suma, los cinco álbumes fueron poco divulgados pero espléndidos, dicen algunos conocedores. Con el apoyo del mencionado pianista, Tony Bennett por primera vez se dio un gran gusto. En esos discos interpretó libremente como cantante jazzístico.
La compañía fracasó, en opinión de algunos expertos, porque carecía de una apropiada red de distribución. Como todos los males a veces parecen venir juntos, también se quedó sin mánager.
En esa etapa era visto, por la industria musical estadounidense, como una vieja gloria. Era solicitado solo para cantar en varios de los famosos casinos de Las Vegas, en Nevada. Al igual que otras figuras del jazz, se mudó a Reino Unido. Se marchó buscando un mercado más receptivo, pero se equivocó.
En 1979 llegó al foso. Enfrentó un segundo divorcio y gastaba más dinero del que podía. Una sobredosis de cocaína casi le cuesta la vida. Sus deudas eran cuantiosas. Su mansión de Los Ángeles corrió el riesgo de ser embargada por la Hacienda estadounidense.
No obstante, tuvo el tino de pedir ayuda a sus hijos Danny y Dae. Estos habían formado un grupo musical que resultó fallido. Era evidente que no tenían el talento musical de su padre. No obstante, tenían mejor visión para los negocios.
Tonny Bennett empezó a ser representado por su hijo, Danny Bennett. Este logró enderezar las finanzas y la carrera musical de su progenitor. Gracias a esa buena gerencia, saldaron las deudas con la Hacienda del país. En diciembre de 1979, el cantante hizo una reaparición que resultó sorprendente.
A principios de los ochenta, volvió a presentarse en clubes modestos de la ciudad de Nueva York. La intención era despegarse de la etapa decadente, asociada a Las Vegas.
Fue el inicio de un progresivo ascenso, que se mantendría hasta el final de su carrera musical. En diciembre de 1979, contando cincuenta y tres años, demostró sus excelentes condiciones físicas y vocales. Actuó como invitado de honor en una fiesta por el 40º Aniversario de carrera profesional de Frank Sinatra.
En 1986 volvió a firmar con Columbia Records, la compañía de sus mayores éxitos. Por recomendaciones de su mánager, empezó a expandir su audiencia hacia las jóvenes generaciones de aficionados.
Sin embargo, mantuvo su estilo de elegante cantante de salón y su imagen clásica de caballero bien trajeado. Un auténtico cronner. Con su porte de conquistador de la vieja escuela, cautivó también a los jóvenes de las siguientes generaciones.
Con autenticidad, recomenzaba a moverse en su ambiente. No tuvo necesidad de doblegar su atractiva y particular personalidad, ni "adaptar" su estilo musical.
Un trabajo discográfico muy importante en esa nueva etapa, fue el álbum
"The Art Of Excellence". Publicado en 1986, figuró en las listas de superventas de ese año. Atrás quedaban catorce años de fracasos comerciales.
A partir de entonces, contando con la inteligente asesoría de su mánager, Tony Bennett hizo colaboraciones en radio y televisión. Con esos shows, se hizo familiar para las nuevas generaciones.
Asimismo, participó en actos benéficos de pequeñas radioemisoras. Se presentó en programas destinados a los más jovencitos. Entre ellos, los populares
"Muppets (Los Teleñecos)". Incluso apareció en la controversial serie de dibujos animados,
"Los Simpson".
Pudo llegar a un público joven. Esa audiencia que desconocía a grandes compositores estadounidenses, como George Gershwin. Oyentes que ignoraban la tradición melódica de su país, gestada a principios del siglo XX. Era un nicho de marcado, sin duda. Y logró conquistarlo. Quizá sea por eso que Frank Sinatra dijo que Tony Bennett era "el mejor cantante en el negocio". Parece cierto, supo resistir.
Durante la década de los noventa, su carrera tomó un gran impulso. El cantante recobró un gran espacio de la escena musical, parecido al tuvo hasta treinta años antes.
A partir de entonces, fue muy apreciado por numerosas jóvenes estrellas de la canción. Colaboró con muchos de ellos y, juntos, llegaron a millones de aficionados de las nuevas generaciones.
Ese exitoso resurgimiento fue posible, según algunos críticos, por cambios en los gustos musicales de muchos jóvenes estadounidenses. Entonces, millones de aficionados se inclinaron por la música easy listening y las big bands.
Esa tendencia empezó a observarse en los ochenta, con cantantes estadounidenses de música pop como
Linda Ronstadt. Se consolidó después con estrellas más jóvenes, como Harry Connick, Jr., Michael Bublé o Amy Winehouse, entre otros.
Tony Bennett, completamente recuperado, entró en la década de los noventa con una energía desbordante. Durante esos años trabajó lleno de entusiasmo. Junto a su mánager logró un exitoso desempeño, equiparable al que tuvo cuarenta años antes. Fue una actividad que mantuvo por las siguiente tres décadas, hasta que se retiró.
Pensando en el mercado de jóvenes aficionados, en 1990 revisó su viejo repertorio. Su disco
"Astoria: Portrait Of The Artist", es una muestra de ello. El título alude al barrio neoyorquino donde nació.
Dos años después, publicó el álbum
"Perfectly Frank", en homenaje a Frank Sinatra. Con ese trabajo, ganó un nuevo premio Grammy.
En 1993, ambos intérpretes cantaron a dúo el clásico tema
"New York, New York". Ese performance musical formó parte del álbum
"Duets", de La Voz, como también se conoce a Frank Sinatra.
Ese mismo año, también desempolvó melodías vinculadas al cantante y presentador de televisión estadounidense, Fred Astaire. Por ese disco homenaje, titulado
"Steppin' Out", recibió otro premio Grammy.
En 1994 protagonizó un exitoso show en acústico, para el canal de televisión estadounidense MTV. Contó con colaboraciones de
Elvis Costello y K.d. lang. La grabación resultante tuvo un gran su éxito comercial y el trabajo discográfico fue certificado con disco de platino. Conquistó el premio Grammy, como Álbum Del Año.
Cuando le preguntaron por la novedad de un recital unplugged o en acústico, Tony Bennett se extrañó. "¿Unplugged? Yo siempre he actuado así", fue su inteligente respuesta.
En 1995, se enfocó en tres grandes jazzistas. Publicó recopilaciones sobre Billie Holiday,
Duke Ellington y Louis Armstrong.
Durante esa dédaca demostró muchas veces su vigencia. Las constantes actuaciones y participaciones en ceremonias televisivas, son solo un ejemplo de su actividad en la industria musical. Una muy significativa, fue junto a
Red Hot Chili Peppers. Pero también compartió con otras destacadas bandas musicales en boga.
Y lo hizo sin renunciar a su estilo. En 1999 participó en el famoso Festival de Glastonbury, al suroeste de Inglaterra. En este certamen campestre y más bien hippy, sorprendió al actuar vestido de un elegante e impecable traje blanco.
En esos años, disfrutaba al demostrar su dominio vocal sin trucos tecnológicos. Muchos recitales los abría con
"Fly Me To The Moon", cantando a capela y sin micrófono. Contaba entonces más de setenta años y, al parecer, la cocaína no hizo estragos en su privilegiada voz.
En ese tiempo volvió al cine, después del fiasco de mediados de los sesenta. Empezó a hacer cameos o breves apariciones en algunas comedias de Hollywood. Una de ellas
"Analyze This", traducida al español como
"Una terapia peligrosa". Esa cinta es protagonizada por Robert de Niro y Billy Crystal.
En 1999, negó que estuviera pensando en el retiro. A esa edad, todavía ofrecía entre cien y doscientos conciertos por año. Se dice que entonces su fortuna se estimaba entre quince y veinte millones de dólares. Financieramente también estaba recuperado.
La mejor muestra de su vitalidad de enonces, la dio el tiempo. Todavía estaría en la escena musical un poco más de veinte años.
De 2002 es su álbum
"A Wonderful World", cantado a dos voces con K.d. lang. Es su primer álbum completo con otro cantante. Eso hizo pensar en que lanzaría discos de duetos, como lo hizo antes Frank Sinatra. Una idea que felizmente se concretó cuatro años más tarde.
En 2005, el famoso cantante fue galardonado con el Kennedy Center Honor. Este es al más alto reconocimiento a artistas escénicos, que otorga el Gobierno de Estados Unidos. Ese año, fue honrado junto a figuras como Robert Redford y
Tina Turner. Al acto acudió el entonces presidente estadounidense, George Walker Bush.
Su primer disco de duetos llevó a cabo en 2006, con motivo de sus ochenta años de vida. Con el nombre de
"Duets: An American Classic", contó con intérpretes de talla internacional. Barbra Streisand, Stevie Wonder o Paul McCartney, entre ellos.
Otros dos proyectos musicales, interpretados a dúo, salieron publicados respectivamente en 2011 y 2012. Al igual que el anterior, participaron cantantes de gran fama y merecido renombre. Colaboraciones que resultaron memorables.
"Todos son gigantes en la industria y, de repente, me dicen: Tú eres el maestro", dijo Tony Bennett a la prensa sobre trabajo.
Participaron en ese proyecto, Lady Gaga,
Mariah Carey,
George Michael,
Elton John y Barbra Streissand. Asimismo,
John Mayer, K.d. lang,
Michael Bublé y muchos otros.
De la segunda entrega de esa serie de discos de duetos, publicada en 2011, hacemos una mención aparte. Se trata de la colaboración que tuvo de
Amy Winehouse. El tema fue grabado en marzo de ese año. Casi cuatro meses más tarde, se produjo la muerte de la joven cantante británica.
Nueve años después, el ícono neoyorquino de noventa y tres años de edad, habló sobre ese encuentro. Lo hizo en el programa The Daily Show, donde comentó que Amy Winehouse era consciente de su vulnerabilidad. "Sabía que estaba en peligro, que no iba a vivir mucho más. No se trataba de las drogas, era el alcohol. Presentía que estaba en la recta final de su vida", comentó el cantante en julio de 2020.
Sus duetos con famosos intérpretes de habla hispana, ampliaron significativamente su audiencia. Entre los cantantes que participaron, se mencionan los siguientes.
Christina Aguilera,
Gloria Estefan,
Juanes,
Alejandro Sanz,
Dani Martín y
Vicente Fernández.
Una de las situaciones públicas más polémicas que enfrentó Tony Bennett, fue cuando se pronunció sobre el 11-S. Lo hizo diez años después, en septiembre de 2011. En esa ocasión se manifestó en contra de la política del entonces presidente de Estados Unidos, George Bush. Además, habló de las causas y consecuencias de esos atentados terroristas y la invasión a Irak.
Por esos comentarios, debió enfrentar fuertes críticas. Las rebatió recordando sus ideas pacifistas y su experiencia en la Alemania de la guerra. Asimismo, hizo alusión a su conocida proximidad al líder estadounidense de la no violencia, Martin Luther King.
Su último disco fue lanzado en agosto de 2021, con el nombre de
"Love For Sale". Fue otro álbum junto a Lady Gaga. Por ese trabajo, Tony Bennett obtuvo un récord mundial Guinness. Se convirtió en la persona de mayor edad en lanzar un álbum con material nuevo.
"Vaya, gracias a todos mis fanáticos", dijo Tony Bennett en un vídeo. Expresó además su complacencia por ese récord.
La leyenda del jazz cumplió noventa y cinco años, ese mes de agosto. Celebró su cumpleaños actuando con Lady Gaga en el Radio City Music Hall, en Nueva York. Fue su última aparición en público. Terminaba así una maravillosa carrera musical, en la ofreció conciertos hasta muy avanzada edad.
Muchos años antes, había recibido diversas y numerosas distinciones. Uno de los más importantes reconocimientos que tuvo, fue el de la Organización de Naciones Unidas. Esta importante institución internacional lo nombró Ciudadano del Mundo. Fue uno de sus principales embajadores.
Con su música y su mensaje, logró conectar con un público de varias generaciones. Algo que, al parecer, no tiene precedentes. Sus ideales humanistas y su actitud a favor de las causas más nobles, contribuyeron también a ese vínculo.
Tony Bennett, como hijo de inmigrantes, alcanzó el Gran Sueño Americano. Quizás por eso mismo, nunca olvidó de dónde venía. Siempre colaboró para que muchos otros también pudieran hacer realidad sus sueños.
Tony Bennett se casó tres veces. En 1952 contrajo matrimonio con Patricia Beech, una de sus fanes. De esa unión nacieron dos hijos, Danny y Daegal, este también llamado Dae. La pareja se divorció en 1971.
Ese mismo año se casó con Sandra Grant, con quien tuvo dos hijas, Joanna y Antonia. En los primeros tiempos de ese matrimonio, se mudó a la conocida ciudad estadounidense de Los Ángeles. Fue una época en la que se entregó a la vida disoluta. Eran frecuentes las fiestas donde abundaba la cocaína. En 2007, esa relación también terminó en divorcio.
Su tercer matrimonio fue con Susan Crow. Para ese momento, el cantante tenía ochenta y un años de edad.
En 2016, fue diagnosticado con alzhéimer. Continuó en la escena musical por cinco años más, animado por su equipo de neurólogos. Cuando se retiró, siguió cantando y tocando música en casa, para estimular su cerebro.
Tony Bennett murió en Nueva York, el viernes 21 de julio de 2023. En un comunicado, su familia afirmó que hasta el final siguió cantando.
Ha fallecido el último de los crooners, titularon importantes medios de comunicación de todo el mundo.
Muchos artistas y organizaciones musicales internacionales, lamentaron su partida.
La NEA Jazz Master (National Endowment for the Arts Statement), publicó un comunicado. Comenzó expresando la tristeza de la organización, por el fallecimiento del célebre artista. Además, reseñó los hitos más importantes de la carrera musical de Tonny Bennett.
Nadie puede saber hasta dónde hubiera llegado como pintor. Pero en la música, Tony Bennett alcanzó la cima de la escena jazzística y del pop orquestal. Se ubicó entre los diez cantantes más importantes de su época.
Fue uno de esos artistas que están en el "negocio", para deleitar a otros. Con su música y su talentosa vida de cantante, alegró a millones de personas. Por si no fuera suficiente, su personalidad pacifista dejó un mensaje que debería llegar y ayudar a todos.
Su capacidad para la supervivencia, fue una de sus mayores virtudes. "Si eres diferente, resistes", dijo alguna vez. Tenía razón.
Hablar sobre su vida, es recoger historias, canciones y colaboraciones que solo suceden en una leyenda musical. La última gran voz del pop tradicional, desde los cincuenta, se apagó para siempre en julio de 2023. Afortunadamente, nos quedan sus discos y sus vídeos. Su música.